Empezamos bien este 2016. Ya sabemos que el líder se hace, no se nace y tenemos claras las metas para el próximo período. La idea de los artículos precedentes es que el ÉXITO depende 99,9% de uno mismo.

Ahora, a parte de la actitud y las habilidades duras y blandas, otro ingrediente indispensable de este plan de conquistar el mundo es precisamente EL MUNDO: la gente. Nuestro contactos personales y profesionales influyen de forma incontestable en nuestras vidas.

¿Sabías que el ingreso mensual de una persona es el promedio de los ingresos mensuales de las cinco personas con quienes más pasa el tiempo, sean amigos o familiares? Por ejemplo: Tus mejores amigos y sus ingresos son: María – $550.000, Fernando – $850.000, Juan Carlos – $700.000, Francisca – $1.200.000 y Cristian – $900.000. En este caso, lo más probable que tu ganas mensualmente entre $800.000 y $850.000. Y esto no se reduce solamente a los ingresos, sino al nivel y estilo de vida en general. ¿Y por qué?

Primero, el ser humano tiene la tendencia de mimetizarse. Naturalmente nos integramos en grupos con individuos parecidos a uno mismo. Así no nos van a mirar en menos, ni van a abusar de nuestra superioridad. Esto nos da un sentimiento de pertenencia y de normalidad. Compartimos los mismos hábitos, el mismo tipo de comida, las mismas ideas sobre la economía e incluso política, vemos las mismas películas, tenemos niveles de satisfacción sobre la vida parecidos. En otras palabras, esta es nuestra zona de confort socialmente hablando y nos relacionamos con seres fuera de este círculo o con mentalidades radicalmente distintas solo si estamos obligados a hacerlo. Pero si estamos obligados a hacerlo por mucho tiempo, asimilamos nuevos hábitos y parte de la “nueva cultura”. ¿Quién no tiene amigos que se fueron a vivir a España o a Inglaterra durante meses y volvieron con un acento extraño o con costumbres diferentes?

A donde voy es que está bien cultivar amistades a largo plazo y compartir ideas como pasatiempo – conversar de futbol o las últimas promociones en el mall – pero hay que ser consciente quienes son las personas que suman y quienes las que restan. ¿En qué medida almorzar o tomar un café con uno de tus contactos te aporta conocimiento, te hace crecer? ¿Cuál es tu capacidad de transformar un “small talk” con un vecino, por ejemplo, en una conversación relevante? De nuevo el éxito depende de ti. Tú decides con quien pasas tu tiempo, tu vida social y el ritmo de conocer nueva gente.

Digamos que tu meta para este año es encontrar un mejor trabajo o partir con un emprendimiento. Bien entusiasmado compartes la idea con tus mejores amigos, pero sorpresa: ellos no saben nada del emprendimiento e incluso son escépticos y te desaniman con historias y ejemplos de conocidos que los han intentado y han fracasado. Mejor sigas trabajando en empresas que te aseguran un buen sueldo, como ellos lo hacen, te dicen como consejo. ¿Qué haces entonces? Sí de verdad quieres cumplir con tu sueño vas a empezar una búsqueda de personas que te pueden ayudar, no de forma desesperada, sino de forma inteligente.

  • Empieza a “evangelizar” tu idea con los vecinos, colegas, ex compañeros de la universidad y del colegio, no pidiendo que contraten tus servicios, sino contándoles tu historia, sin ser latero, ofreciendo una solución que les facilite la vida. Se creativo y con sentido del humor.
  • Se agradable. Las personas que sonríen son 100 veces más atractivas y llaman más la atención. Así que sonríe y mira a los ojos.
  • Conoce gente nueva. Persigue y participa en los eventos de business networking en tu ciudad. Súmate a los clubs de negocios. Atrévete a contactar gente nueva. Y en redes sociales también. Más LinkedIn y menos Facebook.
  • Sé positivo. Recuerda lo de la actitud y que todo se trata de como manejas el fracaso. No vas a hacer una venta a la primera, ni a la segunda, ni a la tercera. Pero ten paciencia, se perseverante y mantén el optimismo y llegará el día.
  • Conecta con la gente no seas un simple vendedor. De hecho, olvídate de la venta, olvídate de tu problema. Conoce de verdad a la gente y sus temas de interés. Ofrece antes de pedir. Y ofrece incluso más de lo que el otro espera. No te quedes estancado con el “yo”. Escucha con empatía y pregúntate siempre ¿Cuál es mi aporte para esta persona?
  • Haz una lista de personas sobresalientes y hazlas parte de tu vida: humanistas, filósofos, economistas, mentes brillantes de todos los tiempos. Lee libros que te aporten en ideas. Tu mejor amigo no tiene necesariamente que vivir en la misma ciudad. Ni siquiera tiene que ser una persona en vida. Hazte nuevos amigos como Warren Buffet, Bill Gates, Seth Godin, Steve Jobs, Coco Chanel o Dalai Lama entre otros y empápate de sus ideas y conocimientos.
  • Por lo último, mantén el equilibrio entre todo esto y se tu mismo.

Si mantienes estas prácticas por un buen tiempo, algo milagroso pasará. Se llama el networking estratégico y es la capacidad de alcanzar metas personales y profesionales a través de tu red de contactos. Y sí, es una potente herramienta.