Hemos visto en artículos anteriores el contexto socio-económico y laboral en Chile para 2015 y algunos métodos actualizados sobre la búsqueda de trabajo. Esperamos que hayan encontrado útil la información y seguimos con temas relacionadas al desempeño en el ámbito laboral. Encontré un buen trabajo. OK. ¿Ahora qué hago?

Hoy en día existe mucha literatura de especialidad – artículos en internet y libros enteros – sobre cómo ser un buen jefe, cambio de paradigma sobre la autoridad, comparaciones entre los jefes y los líderes, etc. Algunos de los autores de referencia, como Seth Godin, John Maxwell, Joseph Jaworsky o Dee Hock  entre otros, ofrecen definiciones y análisis desde varios puntos de vista igualmente válidos sobre sistemas, relaciones interhumanas y tipos de liderazgo.

Sin duda todos buscamos la realización en todos los planos. Es un tema importante y se ha consolidado ya un código de hábitos y habilidades que pueden determinar el éxito personal y laboral. Así que, si estas a cargo de un equipo, aspiras a un puesto de dirección o simplemente quieres ser un buen compañero o una mejor persona – socialmente y laboralmente valorada – deberías tener SIEMPRE en cuenta los siguientes “factores del éxito” en cuanto a:

  1. ACTITUD: Más allá de los conocimientos técnicos, el 85% del éxito está en la actitud. Frente a una situación de crisis hay dos tipos de personas: el que se queja y echa la culpa al otro y el que “se hace cargo”. La gente que hiperboliza el problema y la gente que busca de inmediato una solución. ¿Cuál eres tú?
  1. LIDERAZGO (y autoliderazgo): Tiene que ver con ser consiente del entorno, darse cuenta de la interdependencia de los hechos (causa y efecto). Por ejemplo, si llego tarde al trabajo todos los días, obviamente recibiré una amonestación. Y no es porque el universo tiene algo en contra de mí. Además mis colegas pensarán que soy el más perezoso o el más desordenado. Con una acción tan simple, como ser puntual, puedo mostrar mi compromiso. Llegar a la hora dice de mí que soy un “team player” y que me importa mi trabajo y respeto a mis compañeros. Es más, ¿Cómo sería hacer el ejercicio de llegar el primero y recibir a los demás con un “Buenos días “ y una sonrisa? “Me tengo que hacer cargo de lo que hago y de las consecuencias de mi actuar. Si quiero que mi vida cambie, debo cambiar yo. Si cambio yo, cambian mis relaciones, si cambian mis relaciones, cambia el mundo.” dice Humberto Maturana. ¡Hagámosle caso! ¡Guía con tu ejemplo!
  1. CONFIANZA: Cultiva un ambiente de colaboración, de confianza. Ayuda a los demás, comparte información y protagonismo. Reconoce abiertamente y honestamente los méritos de los demás. Esto de ser humilde y no competitivo, al final resulta ser más provechoso. Tanto tus compañeros como tus clientes lo valorarán.
  1. COMUNICACIÓN EFECTIVA: Esto es imperativo, tanto en la oficina como en tu vida personal. Asegúrate de ser escuchado y entendido, pero también escucha. ¡Escucha con atención y empatía! La comunicación es una calle de dos vías y saber aprovecharla hará que tus proyectos sigan creciendo en lugar de frenarse. Asegúrate que la información fluye y que todos tienen claras las metas. Para poder escuchar con claridad no debes estar pendiente de la respuesta, o de potenciar tu argumento, simplementeescucha!
  1. EMPODERAMIENTO: Sé proactivo e inspira con tu ejemplo pero no te olvides de delegar. Es como en una obra de teatro, no tiene ninguna gracia si tu interpretas todos los roles. Invita a los demás a hacerse parte del juego, a salir de sus zonas de seguridad. Esto viene de la mano con el crecimiento personal y serán muy agradecidos. Comparte el liderazgo. Incentiva la participación. No se trata de hacerlo todo, sin más bien de ser efectivo al hacerlo todo, para eso tienes un equipo que te acompaña.
  1. SEGUIMIENTO: Al delegar tareas se requiere un seguimiento del proceso. La retroalimentación es fundamental tanto para conseguir avances y aprendizaje, como para la motivación del que realiza la tarea. No dejes ningún proceso sin concluir, sin un cierre formal. Lo más importanteescucha, los cierres son una parte fundamental para aprender y poder hacer las cosas de mejor forma.
  1. Sé sensible a las motivaciones de las personas. Todos los que llegan a tu equipo traen sus talentos, intereses y motivaciones. Trata de comprender las necesidades y deseos de las personas y dale la oportunidad de satisfacerlos. El conocimiento, el cuidado, el respeto y la responsabilidad hacia las personas de tu entorno son clave. ¿Qué motiva a las personas? Por ejemplo la posibilidad de crecer profesionalmente, reconocimiento por sus logros, el placer de trabajar en un buen equipo, entre otras.

Obviamente no existe una receta perfecta del éxito pero ten presente todo esto, aplícalo en tu vida cotidiana, toma en serio tu trabajo y “la fuerza” te acompañará. ¡Cada día puede ser un gran día! Y para finalizar, mantén tu mente abierta a nuevas ideas y posibilidades. Siempre hay algo más para aprender o alguna habilidad que fortalecer. Siempre podemos ser mejores.